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SEPULTURA DE ATANASIA PÉREZ "LA COSIA"

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DETENIDO  UN HOMBRE POR DEGOLLAR A SU EXPAREJA EN EL PUENTE DE VALLECAS ─1889─
La Víctima de cincuenta y un años, Atanasia Pérez "La Cosia" dueña del merendero 
El Brillante, será enterrada en el Cementerio de Vallecas.



Atanasia Pérez
EMPRESARIA
VÍCTIMA DE VIOLENCIA DE GÉNERO
✞ 10 de junio de 1889 - Vallecas, Madrid.
CEMENTERIO DE VALLECAS
─OSARIO─

L A   I B E R I A
AÑO XXXVI ─ NÚM. 11633 PRIM EDIC    DIARIO LIBERAL─  MADRID, MARTES 11 DE JUNIO DE 1889

EL CRIMEN
A la izquierda del Puente de Vallecas, y punto denominado Los Pajaritos, hay varios merenderos, dos de ellos denominados La Castellana y El Brillante.
Este último es muy antiguo; su dueña. Atanasia Pérez, conocida como la Cosia, mujer de cincuenta y un años, viuda, sostenía desde hace dieciocho años relaciones íntimas con Antonio Planelles, apodado el Cosi. Hace algunos meses los dos amantes se separaron a consecuencia de frecuentes disgustos, y entonces el Cosi estableció el merendero La Castellana, frente al de su manceba, con el doble intento tal vez de vigilarla y de hacerle la competencia.
Las reyertas entre los dos amantes eran ahora tan frecuentes o más que antes de separarse; pero con una diferencia, que cuando los Cosis hacían vida marital. los disgustos no producían grandes escándalos, y ahora hacían necesaria la intervención de la Guardia Civil.
Ayer por la mañana, a las ocho, fue al merendero de Atanasia para surtrlo de pan, como lo hacía diariamente, el tahonero encargado de este servicio: vió la puerta de la taberna entornada, llamó, y como nadie le contestara, penetró en la casa, y en un rincón, junto a unas sartenes, halló, apoyadas la cabeza y la espalda en la pared, el cadáver ensangrentado de Atanasia, en cuya garganta se advertían anchas cuchilladas. Salió inmediatamente de la taberna el panadero, dio aviso a la Guardia Civil, el sargento de este Cuerpo que manda la fuerza del Puente de Vallecas, puso el hecho en seguida en conocimiento del gobernador, y el Sr. Aguilera se trasladó a la casa del crimen, de la cual salió al poco rato para indagar quién podría ser el autor del delito.
EL INTERROGATORIO
Fué la autoridad civil al merendero La Castellana y encontró a Cosi tranquilo tras el mostrador, como si nada supiera del hecho.
El Sr. Aguilera preguntó hábilmente a Planelles; pero no obtuvo otra contestación de que efectívamente conocía a la muerta, había sido su amante, pero no tenía conocimiento de su muerte violenta.
Notó el gobernador que el interrogado llevaba dos pantalones, y haciéndoselos hecho quitar, notó en el de abajo, que era de pana, una manchas de sangre que Planelles quiso explicar manifestando que procedían de un conejo que había matado la tarde anterior.
En esto llegó el juez municipal de Vallecas, D. Mariano Rejón, con su secretario, D. Eustaquio Martínez.
Ante el juez, el Sr, Aguilera continuó el interrogatorio a Cosi, hasta que este, entre sollozos, confesó su culpabilidad, haciendo la siguiente historia del hecho:
LA CONFESIÓN
Por la noche Cosi salió de la casa a las ocho y estuvo jugando al mus con unos compañeros de una taberna próxima, separándose de ellos sobre las once, hora en la que todos los establecimientos estaban ya cerrados. Pero al dirigirse  a su casa vio luz en la de su antigua querida, y se aproximó a ver quién había, a la sazón de que Atanasia también salió a la puerta.
Entre Cosi y Atanasia cruzáronse entonces palabras provocativas que fueron agriándose hasta el punto de que la última lo amenazó con un cuchillo de cocina, con el cuál estaba pelando patatas; entonces Cosi sacó una faca y entablose una lucha entre los dos, que dio por resultado que Atanasia recibiera tres cuchilladas en la garganta, una de las cuales le cortó la arteria yugular, cayendo exánime encima de un velador de la taberna.
Inmediatamente Cosi entornó la puerta y se marchó a su casa, arrojó la faca al lugar excusado y se puso unos pantalones encima de los que ya tenía, porque estos estaban manchados de sangre, lavose las manos que también tenía manchadas de sangre y se echó vestido en la cama.

LA DETENCIÓN
Antonio Planelles tiene cuarenta y nueve años, es casado, separado de su mujer hace mucho tiempo, y natural de Jijona ─Alicante─. Actualmente sólo tenía en su casa una sirvienta.
Fue preso e incomunicado a disposición del juez de instrucción de Alcalá de Henares, a cuyo partido judicial pertenece el lugar del hecho, y a quién se remitirán hoy todas las diligencias.
Ha sido objeto de justos elogios la conducta del sargento de la Guardia Civil del puesto de Vallecas, á cuyas indicaciones única y exclusivamente se debe la captura de Planelles.
También el gobernador y el juez son dignos de aplauso por su celo y por la gran actividad que en el descubrimiento del crimen desplegaron.
EL ENTIERRO
Atanasia Pérez era natural de Fuenlabrada, Madrid, de estado viuda; contaba, como ya hemos dicho, con cincuenta y un años de edad, y tenía una hija en una casa de lenocinio de Ciudad Real bajo el nombre de Adela.
Su cadáver fue conducido al cementerio de Vallecas, donde se le practicará la autopsia y seguidamente se le dará sepultura.
PUERTA PRINCIPAL DEL OSARIO GENERAL DEL CEMENTERIO DE VALLECAS ─Foto: Javier Jara 2018
Atanasia fue otra víctima mas de la violencia de género hace mas de cien años. "La Cosia" fue enterrada en una sepultura temporal de tercera el martes día 11 de junio de 1889. Transcurridos diez años y sin que nadie reclamara su cuerpo, fue trasladada al osario general del propio cementerio donde actualmente reposan sus restos.
D.E.P.
OSARIO GENERAL DEL CEMENTERIO DE VALLECAS ─Foto: Javier Jara 2018
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